La Osteopatía infantil, es un tipo de Osteopatía relativamente nueva, que se ha ido desarrollando a partir de la Osteopatía practicada en adultos.
Se pueden distinguir tres especialidades; En neonatos, en bebés y en niños, y a la vez, también se pueden diferenciar tres campos de actuación según las técnicas utilizadas; Estructural, Visceral y Craneal. En función de la edad, la técnica utilizada cambiará ligera o sustancialmente.
La Osteopatía, es una terapia completa en sí misma, que trata cualquier disfunción mecánica que haya en el organismo. Hasta hace poco, en los bebés solo se trataban deformaciones craneales, escoliosis y tortícolis, pro con la evolución de la Osteopatía, se han ido adaptando maniobras creadas para el adulto a bebés y niños.
Las técnicas utilizadas en los tratamientos, son muy leves y suaves, por lo que son absolutamente inocuas para el niño. En los dos primeros meses, se puede potenciar el crecimiento neurológico, ya que el bebé está desarrollando su parte cognitiva. Y con el trabajo preventivo podemos evitar trastornos ligeros que a la larga se pueden convertir en problemas mas serios.
Los trastornos más conocidos tratados con la Osteopatía Infantil, son los cólicos del lactante y las plagiocefalias. Sin embargo, también es muy eficaz en todos los casos de tipo estructural mecánico, como la escoliosis vertebral, tortícolis, pies zambos, displasia de cadera, dolores producidos por el cartílago de crecimiento en las articulaciones... Y es efectiva en trastornos de tipo digestivo, como el reflujo, estreñimiento, diarrea, gases...
Por lo tanto, se puede aplicar la Osteopatía Infantil tanto en niños con patologías evidentes, y de manera preventiva, en niños que aparentemente no muestran ningún problema.
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