El sacro junto con el cóccix, forman los componentes inferiores del sistema Sacro-Cráneal, el Sacro forma parte de la columna vertebral, es la zona encargada de soportar el paso del cuerpo.
Que se encuentre el Sacro en perfecto estado de salud, es de vital importancia para el sistema Sacro-Craneal, ya que proporciona un anclaje para la tensión y el ritmo meníngeo. El Sacro, respira ejerciendo un movimiento de notación y contranutación, moviéndose al mismo ritmo que el cráneo. Tiene un movimiento entre los iliacos, que se sincroniza con el occipucio mediante un tubo meníngeo rígido, que hace de vínculo central entre ambos.
"El Sacro, es un lugar de micro-movimiento continuo, relacionado con la respiración pulmonar."
El ángulo del Sacro, es muy importante, ya que es la base estructural donde asentará el resto de la columna vertebral, se encuentra suspendido entre los dos iliacos por medio de los ligamentos de la articulación sacro-iliaca.
Se puede acoplar con la mano ahuecada del terapeuta, tanto en posición decúbito prono o supino, con una ligera compresión paliatoria, el terapeuta siente el movimiento de la base y el vértice sacro, sincronizado con el movimiento de flexión y extensión que se puede percibir en el cráneo.
Varios terapeutas de nuestro centro, aplicaron esta técnica de liberación del Sacro entre Iliacos, junto con otras que corresponden a la terapia Sacro-Craneal, como terapia Sacro-Occipital, estiramientos del tubo dural, liberación de los diafragmas..., a pacientes que padecían dolor cervical, cefaleas, molestias en la espalda y trapecios, dolores lumbares...
Las sensaciones de los terapeutas al aplicar esta técnica, en la mayoría de los casos, sienten sensación de conexión con el paciente, su relajación y la percepción del movimiento. Después de la sesión se puede sentir un poco más cansados, pero después con gran cantidad de de energía.
Los pacientes tratados, durante la terapia sienten un profundo estado de relajación, quedándose casi dormidos durante el tratamiento, sienten paz, tranquilidad y una notable mejoría al paso de los días.
Hay pacientes más nerviosos, y a los que los terapéutas les cuesta más sentir esa conexión y relajación con ellos, pero las sensaciones que obtienen siguen siendo satisfactorias.
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