Esta fecha, corresponde a los primeros textos sagrados que originalmente provienen del sánscrito y suponen el origen de la cultura Hindú.
No obstante, se han encontrado en otros lugares, esculturas en posiciones de Yoga mucho más antiguas, por lo que su origen podría remontarse incluso al año 5000 a.C.
El nacimiento del Yoga, puede estar ligado a la Medicina Tradicional India, donde se relacionaba el bienestar pesona, con el control de la mente y el ejercicio físico. Por lo que según la teoría del Yoga, hay tres necesidades principales:
1. Necesidad Física. Salud y actividad.
2. Necesidad Psicológica. Conocimiento y poder.
3. Necesidad Espiritual. Felicidad y Paz.
"Cuando se consiguen las tres, hay armonía..."
Aunque esta disciplina, cuenta con miles de años de antigüedad, no ha llegado hasta los países occidentales hasta el siglo XX, y sólo desde hace poco, se empiezan a conocer los beneficios que nos aporta.
El Yoga consiste en tomar consciencia de la unión que existe entre el cuerpo, la mente y el espíritu, en éste sentido, el Yoga, considera al ser humano como una unidad, donde la mente y el cuerpo no son entidades aisladas.
Actualmente, es la disciplina oriental más practicada en Occidente, haciendo algunas adaptaciones, como el Hatha Yoga.
El Hatha Yoga, trabaja realizando posturas (asanas) con el cuerpo, de una forma fluida, pasando de una postura a otra, realizando, desde posiciones de relax, hasta giros y flexiones más difíciles, que ayudan a aumentar la fuerza y flexibilidad, y siempre, en conexión con la respiración.
El Hatha Yoga, tiene tres pilares importantes:
1. Asanas. Posturas, cuando una persona empieza la practica, el primer contacto lo tienen a través de las asanas.
2. Pranayamas. Respiración, son los ejercicios de respiración, purifican la energía del cuerpo, la mueven y desarrollan la capacidad del practicante de identificarse a sí mismo y a su energía.
3. Kriyas. Ejercicios de purificación y limpieza del cuerpo.
Beneficios:
La práctica habitual de Hatha Yoga, nos ayudará a relajarnos ya a reducir el estrés, a través de la respiración profunda y controlada, el enfoque mental y la concentración.
Cuando nos enfocamos en nuestra respiración, aumentamos nuestro estado de relajación y calmamos nuestra mente, además, la respiración profunda mejora la capacidad pulmonar.
Realizar una serie de posturas, y cada una durante varias respiraciones prolongadas, mejora el estado físico, ya que aumenta el equilibrio, la fuerza de la parte superior, inferior y abdominal, la resistencia y el rango de movimiento en las articulaciones. Las posturas de Yoga, también ayudan a la postura y el alineamiento adecuado del cuerpo.
Practicar Hatha Yoga con regularidad, puede ayudar a reducir el ritmo cardiaco y prevenir enfermedades, como hipertensión, por ejemplo. Además, también ayuda a disminuir la presión sanguínea, bajar los niveles de colesterol y estimular el sistema inmune.
En muchas ocasiones, ésta práctica es recomendada como tratamiento complementario en enfermedades crónicas, como depresión, ansiedad, asma, dolor de espalda, trastornos del sueño...
En realidad, el estilo que se practique, es una cuestión de preferencia o necesidad, no importa el estilo de Yoga que se desee seguir, sino conocerlo bien en el momento de escoger uno u otro, para así poder practicarlo en beneficio de nuestro organismo...
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